Carta XXI al profesor Dr. Javier Fernández Aguado, comentando entre otros temas, la primera obra de Misericordia espiritual: enseñar al que no sabe., con motivo del Año de la Misericordia, declarado por el Papa Francisco.
Caro Javier,
A pocos días de la Navidad, leo estas palabras:
“Ante el abuso del poder económico, de las crueldades del capitalismo que degrada al hombre a la categoría de mercancía, hemos comenzado a comprender mejor el peligro que supone la riqueza…” (Joseph Ratzinger en pág. 128 de su libro Jesús de Nazaret)
No están escritas por ningún político que estos días nos invaden con sus nada ejemplares debates, con la escasa aportación de ideas y con el afán persistente de seguir en el poder al precio que sea, aún a costa de insultar a su adversario o de reírse del puñetazo.
Bien sabes que me gusta contemplar en el Portal de Belén el gran Misterio de la Humanidad, es el único lugar donde nadie reclama nada, lo da todo, donde el que lo descubre es feliz plenamente con la verdadera riqueza invisible. Lo sintetizó muy bien el gran poeta San Juan De la Cruz: “El alma que anda en amor, ni cansa, si se cansa”
Me encanta la Navidad porque me ayuda y recuerda cada año a centrarme en lo esencial del hombre, a volver al origen y el principio de todo, a hacernos niños para ser más hombres. No me gusta lo accesorio de estas fiestas, donde el consumismo que todo lo invade nos aleja del gran Misterio del Dios que se hace Hombre. Esa fiesta de las tarjetas visas, no es la mía.
Pero no estoy contento cuando veo tantas personas que huyen de la guerra y caminan buscando un refugio en una Europa que les ignora. O cuando asisto atónito a la barbarie loca que mata a inocentes en París o en cualquier otro lugar del mundo. Cuando siguen muriendo niños por falta de alimentos o queremos seguir instalados en nuestro mundo egoísta que todo lo quiere. Nada me hace más feliz que dar y compartir, aunque me cueste, es lo que me propongo hacer un año más, con la ayuda de Dios y del equipo magnífico que tengo.
Año de la Misericordia, que el Papa Francisco proclama para que el mundo gire en torno a los 14 ejes de las obras de misericordia espirituales y corporales. La primera: enseñar al que no sabe, conecta perfectamente con el e-learning, eje de mi trabajo desde hace 20 años.
Vamos cerrando un año 2015 que ha dado señales de recuperación. Estamos más contentos, pero no del todo. Nos encaminamos hacia el XV aniversario de AEFOL, que celebraremos, Dm, en el próximo EXPOELEARNING que incluirá EXPORRHH el 3 y 4 marzo en Feria de Madrid y en el que un año más tendremos el honor de entregar el Premio que lleva tu nombre.
¡Feliz Navidad! (la auténtica, la buena, la única) para ti y tu gran familia.
Sigue con salud,
© José Lozano Galera
Sant Cugat, 19 de diciembre de 2015