Esta tarde en el programa «Catalunya opina» emitido por el Canal Català (cadena de televisiones locales en Catalunya) mi compañera Isabel Fuentes ha intervenido como tertuliana en un debate apasionante sobre el aborto.
En la mesa moderada por el fraile y periodista Carlos Fuentes, estaban dos mujeres más: la conocida abogada Lida Falcón y Montse Vadillo de e-cristians, la organización que denunció el desgraciado caso de las clínicas abortistas en Barcelona.
Sin querer entrar apasionadamente en un debate que considero innecesario, lo que quiero es dar mi opinión, como siempre en este Blog y compartir con usted amable lector unas consideraciones muy sencillas y básicas.
Es evidente que un ser humano es desde el momento de su concepción, como decía un buen amigo mío Santos López: nacemos, vivimos y morimos…y añado yo: en el camino aprendemos y hacemos algo de e-learning.
Hay verdades que no se discuten y defender hoy el aborto, para mí, es igual a estar a favor de un crimen horrible: impedir que una criatura vea la luz, se desarrolle como persona. ¿Quién somos nosotros para decidir sobre la vida de otra persona? La opinión de la Sra. Lidia Falcón o de otras personas que son partidarias del aborto no están en la verdad, las respeto como personas pero nunca podré estar de acuerdo con quien justifica el aborto. Así pienso yo, así piensa mi compañera Isabel Fuentes que con tanta valentía, libertad y seguridad ha expresado esta tarde en la televisión su opinión.
Ojalá el ser humano recapacite, se dé cuenta de dónde viene, hacia dónde va y cuál es su auténtica naturaleza y destino. Sólo Dios es dueño de la vida, del destino último de la persona y cuando el hombre se erige en dios miserable para decidir si una ser humano puede ser aniquilado en su gestación se está conviertiendo en la más vil de las criaturas.
Aquí en Sant Cugat vivía el desgraciado y mal llamado doctor aborto, un hombre roedado de lujos que facturaba miles de euros al mes asesinando. Ahora está en la cárcel. No le juzgo, sólo Dios lo puede hacer, pero antes tertulianas como la Sra. Falcón que siguen defendiendo el discutido derecho de la mujer a decidir sobre un ser que no es su cuerpo, yo reclamo la sensatez, la cordura, la altura de los seres humanos. Defender hoy la vida de cualquier persona desde el momento de su concepción, supone también defender su educación, su formación, su desarrollo. Hago un llamamiento a la defensa de la vida, a la defensa de la persona, a la defensa de los valores auténticos del hombre en toda su historia y sin necesidad o voluntad de entrar en debates estériles reclamamos una nueva era donde los seres humanos podamos respetar la vida, crecer, aprender y desarrollarnos como personas.