Supérate en el Laberinto

A lo largo de mi carrera profesional posiblemente he escuchado a más de 1.000 ponentes. Piense, querido lector, que hemos organizado en AEFOL: 17 ferias y más de 200 actividades. Si a eso le añadimos los eventos a los que he acudido, una media de 30 al año, la suma de ponencias que he escuchado es ciertamente espectacular. Es mi trabajo y me encanta.

Hoy jueves, 12 de diciembre en Rubí (Barcelona), he tenido la oportunidad de escuchar, y no era la primera, a Jaume Tomás, que ha participado en RUBÍEMPRÈN un evento organizado por la OSE-Oficina de Serveis a l’empresa del Ajuntament de Rubí, una ciudad netamente industrial, que ofrece a las empresas unos magníficos servicios que ayudan realmente a los empresarios.

Hoy Jaume, la ha bordado, en argot taurino, ha salido por la puerta grande, con las dos orejas, el rabo y sacado a hombros. La larga ovación que ha recibido así lo acredita. Ha sido una ponencia con alma. No era la primera vez que se la oía, cada vez la imparte con matices diferentes, pero hoy su humanidad se ha desbordado, quizá porque tenía delante a su familia: esposa e hijo y a un grupo de emprendedores expectantes y entregados a las ideas que iba desgranando en la hora que nos ha emocionado con conceptos próximos, útiles, como salidos del alma. Hoy se ha emocionado y nos ha emocionado y eso pocas veces ocurre.

Su libro, que recomiendo y que es el título de su ponencia: “Supérate en el Laberinto” debería ser lectura obligatoria en todas las Escuelas de Negocio, pero sobre todo lo deberían leer los empresarios, que dudan en sus momentos bajos, que pueden salir adelante con su esfuerzo, y eso nos pasa a todos alguna vez.

Jaume, no va de gurú, aunque es un Top Ten, pero sus ideas tienen tanta fuerza porque vienen de su propia experiencia, de su intensa vida profesional y de su amor a la gente, a la vida que le llena por completo y que le ha dado todo tipo de sorpresas.

La primera vez que lo vi estaba en su primera empresa, en su despacho cerca de la Plaza Tetuán en Barcelona. Después he tenido la suerte de compartir muchos buenos momentos con él, en Oviedo, Barcelona, Madrid, Sigüenza, en varias ediciones de EXPOELEARNING y siempre me ha encantado su optimismo, su vitalidad, su visión positiva de la vida, como cuando me contaba sus aventuras en el desierto de Marruecos o en la Sierra de Cazorla o en Irlanda, siempre al frente de su equipo, en actividades innovadoras con sus clientes.

Es de los ponentes que mejor conocen el sector bancario, donde trabajó más de 22 años como joven director en el Banco Sabadell, pero sin duda cuando más feliz ha sido es al frente de su empresa, rodeado de un excelente equipo de profesionales con los que actualmente forman la empresa IDD, una empresa atípica que merece la pena que conozcan.

Una Jornada memorable hoy en Rubí, de esas que se guardan en la memoria del corazón y de las que sirven y te estimulan para seguir luchando por los valores que compartimos. ¡Gracias, Jaume, por tu generosidad, por tu humanidad y por tu simpatía! ¡Gracias, maestro!

© José Lozano Galera, Sant Cugat, 12 de diciembre de 2013.

 

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