Formación subvencionada

Si en España la mayor parte de la formación no estuviera subvencionada, seguramente desaparecerían el 90% de las empresas que imparten formación.
Es necesario que en nuestro país, y lo escribo hoy 12 de octubre cuando España celebra su fiesta nacional, se desarrolle un gran «Libro blanco del sector» un gran estudio sobre el estado de la cuestión en todos los temas relacionados con la educación y la formación continua de nuestros ciudadanos. Millones de euros se malgastan cada año en subvencionar todo tipo de cursos que no aportan casi nada ni a la empresa que consigue la subvención ni al profesional que los tiene que cursas muchas veces obligado por su empresa. Desde AEFOLpropugnamos que la subvención o ayuda a la formación se destine directamente al usuario, para que sea el sujeto profesional quién busque en el mercado de la formación tanto presencial como on line, el curso que mejor se adapte a sus intereses, conocimientos, objetivos y carrera profesional. Llevamos toda la vida estudiando lo que nos dicen, prácticamente desde que nacemos hasta que morimos, estudiamos lo que otros deciden por nosotros. Los currículums escolares y programas universitarios están obseletos, algunos se remontan al siglo XVIII. El dinero que acumula el antiguo Forcem o la propia Administración con sus continuos planes AVANZA formación, destinan cantidades ingentes a cursos que proponen empresas o asociaciones que sólo saben vivir de las subvenciones. Un funcionario que seguramente no tiene ni idea de quién presenta la solicitud, aplica unos baremos absurdos y de ahí otorgan cientos de millonres de euros que los beneficiarios deben gastar. Se inicia entonces una loca carrera por lanzar la oferta, conseguir matrículas y sobre todo justificar las acciones formativas. Les preocupa más la justificación o prsentación de todo tipo de papeles, que saber si realmente las personas que han hecho el curso han aprendido o han mejorado en algo. Y así un año tras otro. Y los políticos, como casi siempre, a por uvas, ensimismados en sus cosas y olvidando su función de servidores del pueblo que les vota cada cuatro años.
¿Por qué la Administración no fabrica zapatos o produce tornillos? ¿Por qué cualquier entidad sea pública o privada sin acreditar casi nada puede impartir la formación que desee? En España las Cámaras de Comercio, los sindicatos, las asociaciones de todo tipo, los colegios profesionales, las patronales…imparten formación subvencionada ¿impartirían formación si no recibieran subvenciones? ¿tiene calidad la formación que imparten?
¿Por qué no se prima que los auténticos profesionales: Universidades, Centros de formación, Escuelas de Negocio, etc. sean los que impartan la mejor formación posible? Nosotros abogamos para que el dinero vaya directamente al profesional y que éste lo gaste en los centros acreditados que de este modo verían aumentar la demanda y por tanto crecería la competencia y posiblemente la calidad y el interés por captar la mayor demanda posible.
El Gobierno de España debe dejar en mano de los profesionales la formación de sus ciudadanos y debe evitar que las subvenciones sea quizá la única fuente de ingreso que obtienen sindicatos, asociaciones u otras entidades cuya misión no es la formación de sus miembros. Pedimos que el Gobierno destine el dinero a la Universidad, a pagar mejor a los profesores, a la I+D y que cualquier ciudadano español obtenga el dinero que necesita para su formación continua porque de este modo un país avanza, es más competitivo y puede desarrollarse más y mejor en un mundo global.
Este año el Ministerio de Educación otorgó 1.600 euros de beca a estudiantes mayores de 18 años que agotaron todas las plazas para estudiar inglés en el extranjero. Se están subvencionando todo tipo de estudios absurdos, que tan solo interesan a quién recibe el dinero, y que en algunos casos ni se publican (lo digo porque he participado como experto en varios y todavía estoy esperando recibir el estudio).
España gasta mucho dinero en la formación de los españoles, pero a mi juicio, los gasta mal. Se hace necesario que a partir de un diagnóstico certero de la mala situación actual de la educación en España se lanza un ambicioso plan de modernización de la educación para sacar a España del siglo XIX y meterla de lleno en el XXI. Estamos perdiendo el tren de la revolución digital, Internet está pasando de largo en nuestros colegios y el e-learning avanza más rápido en todos los países desarrollados que en el nuestro.
Nosotros seguiremos proponiendo cambios, seguiremos trabajando con la misma ilusión de siempre y ofrecemos nuestro conocimiento y medios a la Administración, a las asociaciones clásicas que quieran realmente trabajar para mejorar España. Con esta ilusión trabajamos desde AEFOL desde nuestra fundación en el 2001 y con la misma y renovada ilusión continuaremos porque España se merece estar siempre en los primeros puestos del e-learning mundial por su historia, por su potencial, por su gente.

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