«Tu empresa» esa es una de las claves que buscan muchas Escuelas de Negocio en cada uno de los ejercicios y casos prácticos que plantean a sus alumnos para que apliquen los contenidos teóricos a la situación real o donde se encuentren en su trabajo, o en alguna de las empresas reales o imaginarias que se pueden inventar.
Se trata de enfrentarse a las situaciones más reales posibles, para que esos ejercicios tengan aplicación práctica en un futuro inmediato o sirvan de antesala para un trabajo final de aplicación y no solo impartir o enseñar una teoría que nunca es suficiente.
¿Alguien sería capaz ahora mismo de resolver una ecuación de segundo grado? pero todos fuimos capaces de aprobar Matemáticas en el Bachillerato.
El conocimiento se construye día a día y se fortalece con la práctica y cuando se comparte, de nada sirve aprender de memoria la tabla de multiplicar si luego no se usa nunca.
¿Cómo haría yo que mi organización fuera más abierta? ¿Qué ideas puedo aportar a mi empresa para que consideren lo que estoy estudiando y aporte valor a la compañía? ¿Cómo puedo ser motor del cambio de mis compañeros?
Pues eso, tu empresa y tú, frente a frente. Seguro que sabrás salir airoso.
(c) José Lozano Galera
Sant Cugat, 14 de febrero de 2015