El progreso ha cambiado (casi) por completo los hábitos y las costumbres que nos parecían inmutables hace sólo unas pocas décadas. Pero hay algunos campos en los que la tecnología se ha resistido y uno de ellos ha sido sin duda la enseñanza. El sistema señor-que-sabe-que-explica-a-alumnos-que-no-saben ha sobrevivido treinta y cinco siglos y José Lozano Galera piensa que ya ha llegado el momento de que empiece a cambiar. Siendo uno de los motores de la Universitat Oberta de Catalunya, la primera universidad virtual del mundo, y presidente de AEFOL, una asociación que utiliza las nuevas tecnologías a través de internet para la formación, Lozano Galera piensa que lo esencial se mantiene. Lo que cambian son las formas. Hablamos con él para que nos lo cuente.
Sí, fue en el año 2001. Hacía unos seis años que estábamos trabajando en la Universitat Oberta y pensamos que era un buen momento para difundir el e-learning mediante internet a través de nuestra red. Así que creamos AEFOL. Cuando empezamos internet ya no era precisamente un fenómeno, pero sí el sistema que nosotros proponíamos: y aún hoy en día somos una de las pocas asociaciones profesionales que basan su funcionamiento en internet.
Y en la enseñanza ha sido una realidad indiscutible. Actualmente, no hay ningún país del mundo que no utilice las nuevas tecnologías en este campo. Y el proceso ha sido imparable: sólo en Nueva York, hay veinte empresas del sector del e-learning que ya cotizan en bolsa. En Europa aún no hay ninguna. En España, estamos en un crecimiento anual de alrededor del 30%, y esto sólo ha hecho que empezar. Sí, de acuerdo, hay quien cree que esto es lento, pero creemos que como todo, necesita tiempo para la implantación.
Esto cambia la enseñanza que ha habido siempre…
La historia de la humanidad ha utilizado siempre el mismo sistema de enseñanza. Está el profesor, el que sabe, y otros que van escuchando. Y va siendo hora que las nuevas tecnologías puedan entrar definitivamente en este modelo que ya está caducado. Tenemos dos opciones: continuar con lo mismo o apostar por un modelo en el que el estudiante es el motor del propio aprendizaje que decide qué quiere estudiar, cuando y cómo. Y tiene acceso a un sistema que es prácticamente ilimitado.
El alumno pues, es el centro, es quien decide…
Sí, se pasa de un sistema en el que el profesor es el guía, es el motor, el que decide qué hay que hacer, a otro en el que es el alumno el que decide cuando, cómo y por qué. Aquí el profesor es un instrumento que orienta, facilita pero es el alumno el que decide. Y todo ello gracias a las nuevas tecnologías.
Pero ¿sin control hay efectividad?
¡Lo lógico es que sea el propio alumno el que decida! Es él, el que debe preocuparse de recibir la formación. Tenemos tan asumida la enseñanza que nos hemos olvidado que aún es un privilegio. Pero no debemos olvidar que deben convivir los dos modelos, sin duda alguna. No pueden eliminarse mutuamente. Del mismo modo que el e-learning no sustituirá a la formación presencial, el cine tampoco mató al teatro, ni la televisión no sustituyó a la radio. Pero sin duda, son nuevos modelos que poco a poco cambiarán unas concepciones tradicionales muy arraigadas en nuestra cultura.
Es algo ciertamente innovador.
Tradicionalmente, el estudiante no ha tenido opciones para escoger aquello que quería. En el colegio y en la universidad hasta la entrada de los créditos, hace relativamente pocos años, había pocos opciones. Por ello, muchos universitarios al terminar la carrera, se encuentran en que deben hacer másters o post-grados para intentar poder acceder a las empresas. Una vez entras en el mundo profesional, la empresa indica qué debes estudiar en cada momento. Aquí no. Por primera vez en la historia de la humanidad, la persona es el motor de su propio aprendizaje. La formación presencial continua siendo válida pero si hay un sistema de formación en el que yo puedo escoger los horarios y las materias, obviamente se me abren muchísimas más posibilidades. Ningún fenómeno ha habido en la historia de la educación que en tan poco tiempo se haya expandido.
Y no circunscrito a un determinado ámbito geográfico
No, aquí está uno de los puntos cruciales. En cualquier lugar del mundo, hay alumnos que pueden estudiar una materia a la hora que sea. Y algo que también hay que tener en cuenta. Nuestro sistema puede globalizarse. No sólo somos una asociación española. Por primera vez, hemos dado entrada a otras empresas que confían en nosotros (de México, de Argentina), para organizar eventos, dar a conocer los casos que están desarrollando y conocer otros campos. El más importante es un congreso del que hemos celebrado ya cuatro ediciones entre Madrid y Barcelona. Y también en otros campos, como el sector editorial. Queremos llegar a las cien empresas asociadas.
¿En qué campos se puede aplicar el e-learning?
En sectores tan dispares como la minería, el ejército, la banca, la comunicación, y especialmente, aquellas areas que tienen muchos trabajadores y están muy dispersos geográficamente, tienen un modo perfecto de aprendizaje a través de internet. En España, aún no llegamos al 40% de la conectividad de Internet así que aún nos falta. Pero hoy en día, hemos organizado más de medio centenar de eventos mostrando las ventajas de este sistema.
¿Qué elementos clave distinguen al e-learning?
Pues básicamente tres: un campus virtual de formación, que sería la parte tecnológica, para desarrollar software; un aspecto de contenidos que resulta distinto al que se que se ha utilizado siempre y en el que los apuntes y explicaciones en clase tradicionales hay que adaptarlas. Y finalmente, los servicios: allí innovamos la acción docente con elementos como una biblioteca virtual, u otras prestaciones que complementan la acción formativa.
Hay además otras iniciativas.
Sí, ofrecemos nuestros servicios a grandes corporaciones para adaptar nuestro sistema a ejemplos concretos para casos de consultoría. También hemos desarrollado otro tipo de proyectos como una web, una agencia de comunicación para prácticas de estudiantes de periodismo; y par de iniciativas locales para fomentar la relación entre empresas pequeñas y medianas.
¿Las universidades se suben al carro del e-learning?
Sí, porque la universidad ha sido muy inmovilista y esto ha ido en detrimento de la formación de la persona, incrementando el fracaso. No puede ser que en una carrera como el Periodismo, haya que esperar dos años a hacer la primera práctica. Falta un contacto real con la praxis de cada día y esto hace que de los 3000 licenciados que salen cada año en Periodismo, pocos, muy pocos, estén formados. Así que lo mejor es que puedan experimentar pero ya desde los primeros meses. Y hoy con el fenómeno de los blogs, aún más. Vivimos en sistemas caducos y todo es tan rápido que debemos adaptarnos continuamente. La universidad no termina cuando te licencias. Así que lo mejor es utilizar sistemas de reciclaje. Y esto lo puede ofrecer e-learning.
Fuente : Feedback today.net: Lunes, 17 de octubre de 2005