Me hace especial ilusión reemprender la publicación en esta sección, con esta entrevista a mi buen amigo y maestro, el profesor Dr. Javier Fernández Aguado, que acaba de publicar su nuevo libro: “Entrevista a Aristóteles”
El profesor Dr. Javier Fernández Aguado, acaba de publicar un nuevo libro: “Entrevista a Aristóteles” (LID Editorial).
Ya son más de 70 libros (entre propios y colaboraciones) los que ha lanzado al mercado. Conocido como el Peter Drucker español por lo riguroso de sus aportaciones, es el referente en Management de lengua española. Desde AEFOL promovimos y organizamos dos Symposios sobre su pensamiento en 2010 y 2019, a los que acudieron más de 700 profesionales de 20 países. Tras el segundo, Álvaro Lozano fue el editor de “Liderar el cambio. El pensamiento de Javier Fernández Aguado” (LID), en el que más de cincuenta autores, procedentes de muchos países de Europa y América analizan las aportaciones del pensador español.

Además de conferenciante invitado por los principales foros empresariales, más de 500 instituciones de cincuenta países han contado con su asesoramiento y formación. Es coach muy solicitado por miembros de la alta dirección de organizaciones de Europa y América. Ha impartido conferencias o dirigido cátedras en algunas de las Escuelas de Negocios más importantes del mundo, como la Escuela de Negocios de Navarra o IE Business School. En la actualidad es socio director de MindValue y director de investigación de EUCIM.

Pensamos en hacerle una entrevista al uso, pero después de leer su libro, nos gustaría que fuera el mismo padre de la filosofía occidental, Aristóteles, quien le entrevistara a él, siguiendo el ejemplo de su libro.
Querido Javier,
Me llega tu libro a la Academia de Atenas, y he disfrutado enormemente leyéndolo. Aunque no hemos podido coincidir físicamente, tiempo al tiempo, siento que has sabido reflejar muy bien mi pensamiento, que sigue vivo después de mi traspaso a la eternidad hace 2.345 años. A la espera de verte aquí, me gustaría saber algunas cosas, por eso te envío estas preguntas, que espero respondas con la amabilidad que te caracteriza.
¿Qué es lo que ha motivado a que escribas este libro, que te agradezco y me ha gustado mucho?
-Su pensamiento, sr. Aristóteles, plasma una antropología con la que comulgo plenamente. El ser humano anhela un fin trascendente y demasiadas personas se pierden en vericuetos intrascendentes sin ser conscientes de que con sus decisiones, si son correctas, pueden ayudar a otros, además de ser ellas misma felices.
¿Por qué me has elegido para entrevistarme y no a mi maestro Platón o a otro de tus filósofos preferidos como Tomás de Aquino o Hegel?
-No excluyo esas opciones en el futuro, porque las aportaciones de esos tres pensadores me resultan profundamente atractivos. Sin embargo, creo que usted debía ser el primero. La filosofía de Platón se pierde en ocasiones entre las nubes y yo escribo fundamentalmente para profesionales, directivos, emprendedores… que tocamos tierra de continuo. Más adelante, quizá, le llegará la vez a Tomás de Aquino y a Hegel. ¡Ojalá encontremos el momento!
Dime, amigo Javier, tengo esta curiosidad: ¿realmente crees que mi filosofía está presente en tu sociedad, en el modo y forma de vivir que tenéis en el año 2023?
-Desafortunadamente para muchos está diluida. Precisamente porque debería estar más presente es por lo que me he esforzado desde hace muchos años por darla a conocer. Muchos, por ejemplo, Steven Covey se inspiran en su pensamiento sin dejarlo siempre explícito.
¿Tus coétanos se siguen rigiendo por los mismos valores de mis conciudadanos griegos del siglo IV a.C.?
-En lo esencial, el ser humano no ha cambiado. Es cierto que ahora disponemos de mucha más tecnología, pero en lo que hace referencia a las pasiones, aspiraciones, necesidades físicas y morales, somos prácticamente iguales.
¿Dime lo que, en tu criterio, se ha perdido, qué es lo ha cambiado más?
-Hoy en día muchos viven de manera excesivamente acelerada, pero también usted en la Academia tuyo gente incapaz de centrarse en lo importante. Como señalaban los medievales es mejor multum que multa. A saber, mejor aportar mucho en algo que dispersarse en mil frentes.
Fui, como bien sabes, tutor del gran Alejandro Magno, cuando tenía 13 años, en Mieza, en el reino de Macedonia. Me siento muy orgulloso de mi discípulo y de todo lo que le pude enseñar en tan solo dos años.
¿Qué crees que queda y permanece en el alma de los jóvenes cuando reciben la mejor formación de sus maestros?
-Cada uno tiene que vivir su existencia, pero yo tengo grabada con fuerza en mi alma las enseñanzas y el ejemplo de mi padre (q.e.p.d.) y también de personas como Ramón Montalat (q.e.p.d.) o de mi esposa, que han marcado mi existencia para bien. Sembramos para bien o para mal, aunque no seamos plenamente conscientes. Nuestra vida mortal es un casting para la eternidad. Ojalá no la desperdiciemos.
¿Cuáles son las claves de la buena educación, en tu opinión?
-Es preciso conocer dónde queremos llegar y poner los medios. Hoy, demasiados no saben adónde van y para quien se encuentra en esa situación no hay buen viento ni mal viento. Muy bien lo explicó mi apreciado amigo Richard Vaughan en su obra titulada, “Nuestra hora en el escenario”.
Veo con preocupación que, en vuestra sociedad, se está desarrollando mucho, en todos los ámbitos, eso que llamáis Inteligencia Artificial ¿podrá algún día acabar con el pensamiento humano? ¿Cómo la valoras?
-¡En absoluto! La inteligencia artificial puede ser sumamente útil si se emplea bien y dañina si uno cae en el error de ceder su pensamiento a una máquina, por poderosa que sea. Siempre hará falta el brujo: ¡alguien que sepa interpretar la realidad! A más acumulación de datos, más urgencia de contar con quien indique las vías de salida hacia el futuro y para la trascendencia.
Bien hablas en tu libro de la amistad, tema que he tratado mucho en las 200 obras que escribieron mis alumnos peripatéticos, en las clases que les impartí caminando, de los que solo se han conservado 31, llamados libros
¿Qué valor das en tu vida y pensamiento a la amistad?
-La amistad, el trabajo y la fe son, en orden inverso, los tres lenitivos más relevantes en el difícil sendero de la existencia. Algunos, por culpa de sembradores de simplezas, sustituyen la amistad por la sensualidad. ¡Pobre gente!
¿Es un valor activo y vigente en tu sociedad?
-El egoísmo la dificulta. Desafortunadamente, sufrimos una clase política penosa, que algunos han definido con acierto como chusma gobernante. Alardean de sus más bajas pasiones: son codiciosos, rijosos, avariciosos, envidiosos, etc. Su penoso ejemplo es propuesto como modelo en medios de comunicación financiados por ellos mismos. El resultado es una degradación social, que espero pronto sea posible remontar.
“La amistad perfecta es propia de las personas buenas y virtuosas” afirmo. Tú, como experto en muchos saberes, ¿crees que para ser un líder en vuestras empresas modernas, se debe ser buena persona o un basta un tecnócrata?
-San Isidoro de Sevilla, en las Etimologías, afirmaba: Rex eris si recta facias, si non facias non eris. A saber, la criatura humana necesita un equilibrio armónico, porque, si no se desarrollan las virtudes, no se puede triunfar como persona. En este sentido, Hanna Arendt, nada ejemplar por cierto en su comportamiento personal, hablaba de la banalidad del mal refiriéndose a los sanguinarios burócratas del III Reich que cobardemente se refugiaron en el concepto de obediencia debida.
Te voy leyendo en mi Liceo, y me consta que eres crítico con algunos de vuestros políticos, como yo lo fui con los tiranos de mi querida Atenas. Afirmo: “Mediante las leyes adecuadas nos volvemos buenos”
Podemos aseverar, querido amigo, lo contrario: “Con malas leyes nos volvemos malos” ¿Cómo valoras a esos políticos que legislan leyes malas y qué soluciones aportarías?
– Como acabo de señalar, numerosos políticos contemporáneos generan repulsión a cualquiera que tenga la más mínima sensibilidad ética. Es urgente una regeneración política en profundidad que evite esa sensación de fetidez emanada del albañal en el que se apacientan y confabulan contra sus congéneres. Buena parte de la clase política es indigna y muy especialmente los populismos. Como bien enseñó en Ética a Nicómaco, quienes se dedican a la política deberían ser los mejores. Es evidente que en la actualidad no es así.
Te agradezco mucho que publicases en 2009 una estupenda versión actualizada sobre “Ética a Nicómaco”, sabes que quiero mucho a mi hijo, que me dio Herpilis, que algunos dicen que era mi esclava (se equivocan). Tú y yo sabemos que en ese libro se esconde lo mejor de mi pensamiento, porque “convivir con personas buenas constituye un entrenamiento para la virtud” y mi hijo, fue lo que mejor me dio la vida.
¿Eres de la misma opinión, qué importancia le das a la familia?
-La familia en su sentido pleno, no en el que ahora le dan algunos legos, es, con brillante definición, la primera célula vital de la sociedad. De ahí el empeño de algunos lascivos, codiciosos e impropiamente acaudalados que desean destruirla, para incrementar la fragilidad del ser humano y de ese modo manejarlo a su capricho.
Y si es tan importante, ¿Por qué en vuestra España, nacen tan pocos niños?
-Ser madre o padre implica una responsabilidad enorme, a poca sensibilidad moral que uno tenga. Por eso, algunos han preferido sustituir el profundo desafío que implica el desarrollo de sus vástagos por la atención de una mascota.
¿Cómo ves el futuro de vuestra sociedad?
-Si fuera determinista, no me cabría más que señalar que las perspectivas profetizan, como en otros momentos cruciales, por un reseteo. Habitualmente se ha producido en la historia de la humanidad mediante guerras, pandemias, desastres naturales, etc. Como soy esencialmente optimista, quiero creer que, en esta ocasión, el Creador tendrá pensada una opción menos traumática para que colectivamente remontemos hacia parajes más espirituales, menos enfangados.
Querido amigo Javier, gracias por tu tiempo, por haber escrito este libro –“Entrevista a Aristóteles”- donde bien reflejas mi pensamiento. Espero que le sea útil a muchas personas y que aporte luz y esperanza a innumerables ciudadanos libres y que a los esclavos les aporte la esperanza de liberarse pronto de sus cadenas, aunque sean virtuales.
Gracias de todo corazón, tu amigo, que lo es, Aristóteles ¡sigue así!
Calcis, 29 de abril del 322 a.C. – Sant Cugat, 29 de abril de 2023
© José Lozano Galera www.joselozanogalera.com AEFOL www.aefol.info