Las noticias que me llegan, casi a diario, de empresas andaluzas de e-learning, me confirman algo que ya anuncié el año 2002: Andalucía ya no es la región más atrasada de España.
Lo que sucedió en Catalunya en el siglo XX está sucediendo ahora en el siglo XXI en toda Andalucía y también en Extremadura, de otro modo. La apuesta decidida que la Junta de Andalucía hizo por las TiC en todos los ámbitos, desde las escuelas hasta la Administración y las empresas, está dando unos resultados espectaculares. Esta semana dos empresas de Málaga me han explicado como han doblado la facturación. «Hace tres años no hacíamos nada de e-learning, hoy supone más del 70% de nuestra facturación. Hemos contratado a cien trabajadores…» me comentaba hoy un director general. Lo que suposo el textil y otras industrias en Catalunya, es parecido a lo que la nueva Industria del conocimiento está provocando en todos los ámbitos. Los pueblos que caminan hacia nuevas formas de aprendizaje, de formación continua y de desarrollo intelectual aportan un valor único, propio de nuestra sociedad del siglo XXI. Ya no hay emigración, nadie se va de Andalucía para trabajar en Catalunya como hicieron mis padres en los años 50. Hoy me alegro con esos empresarios y profesionales andaluces que han sabido colocar a su región en lo más alto del panorama TiC de España y pronto de Europa.