Hemos cerrado el año 2007 confirmando el crecimiento y el desarrollo del sector del e-learning en todo el mundo. España se está quedando atrás y cada vez más lejos de los cambios e innovaciones tecnológicas que nos vienen de Estados Unidos, Alemania o Inglaterra, además por supuesto de Japón, Corea del Sur y Países Nordícos, debe tomarse muy en serio los aires frescos de cambio que se asientan en Internet.
Si realmente quiere ser una potencia en el mundo global del siglo XXI. Sobre todo cuando se comprueba que una economía que se base en el turismo y en la construcción no puede dar respuesta a todas las necesidades actuales de las personas y las empresas. Crear riqueza hoy por medio de la formación es posible y absolutamente necesario. El e-learning contribuye a tomar lo mejor de la tecnología y aplicarlo a la formación continua. Un país que apuesta por el cambio y el progreso debe apostar por la formación, también por el e-learning. El próximo 9 de marzo los españoles estamos llamados a las urnas. En estos momentos cuando la campaña hace semanas o meses que ya comenzó, los candidatos están más preocupados por la economía que por la educación y espero que no se les ocurra proponer otra nueva Ley, con las que tenemos bastan y sobre todo si se dieran cuenta del enorme potencial que tiene España en materia educativa podrían proponer nuevas y urgentes medidas para recuperar el tiempo perdido con tanto plan inútil para desarrollar una sociedad de la información que solo necesita libertad para crecer.