«Muchos atisban lo relevante del plano trascedente sólo al final, cuando el remedio es exiguo. No es el caso de José Lozano, que vive el más allá en el más acá de manera tan plena como aparentemente inconsciente»
«Sobrevolar lo tangible es hacedero pero gravoso. Lo material es viscoso, trata de aherrojarnos. La criatura brega por desasirse, no siempre con éxito. Los textos de José Lozano borbotean aire fresco, sentido común y visión trascendente»
«José Lozano procura siempre aportar, dar un paso más. En vez de restar o dividir es de los que procuran crear equipo, sumar y multiplicar. En Lozanadas lo ha demostrado una vez más»
26.04.2021 Javier Fernández Aguado
Innumerables autores -Epicteto (50-135), Marco Aurelio (121-180), Baltasar Gracián (1601-1658), el cardenal Mazarino (1602-1661), Rochefoucauld (1613-1680), Joubert (1754-1824), etc.- han expresado sus reflexiones mediante apotegmas. A ese insigne elenco se sumó recientemente José Lozano Galera.
He aquí un ejemplo entre muchos: tú no vales por todos los títulos que tienes, ni por tus buenas notas y recomendaciones, vales, mucho más de lo que crees, solo por lo que eres y haces cada día por los demás. En tu amor está el valor.
Conocí a José hace tres lustros, en ese entrañable paseo de Gracia que surca la maravillosa ciudad española de Barcelona. Llevaba tiempo siguiendo mi obra y así me lo expresó de manera efusiva. Lo ha narrado recientemente y con detalle en un capítulo de la obra coral: Liderar el cambio (LID, 2019).
Muchos atisban lo relevante del plano trascedente sólo al final, cuando el remedio es exiguo. No es el caso de José Lozano, que vive el más allá en el más acá de manera tan plena como aparentemente inconsciente.
José es un luchador nato, persona sincera, profesional fiable que ha sabido sortear dificultades, en ocasiones provocadas por quienes mucho le debían, a base de esfuerzo, buenas prácticas profesionales y una notable carga ética.
Me gusta repetir que somos peregrinos en tierra extraña, nostálgicos de mundos mejores, muertos de vacaciones, almas temporalmente encarnadas, románticos irredentos, buscadores de trascendencia infinita, críos que retozamos con cubos de plástico erigiendo castillos de arena a orillas de la eternidad. Es en ese margen que une lo tangible y lo intangible donde burbujean los aforismos del libro de José, que recibió el simpático título de Lozanadas. Pensamientos para tu cambio.
Sobrevolar lo tangible es hacedero pero gravoso. Lo material es viscoso, trata de aherrojarnos. La criatura brega por desasirse, no siempre con éxito. Los textos de José Lozano borbotean aire fresco, sentido común y visión trascendente. A todo eso no es ajeno el cariño y la sabiduría de Isabel Fuentes, su esposa y compañera de toda la vida, y las aportaciones retadoras de Álvaro y Sergio, fruto encarnado de su amor.
¡Enhorabuena, José, por tu alma sensible y activista que ha generado frutos incontables y tantos tiene aún por dar!
Frente a quienes envejecen mal, vociferando improperios ayunos de fundamento, porque quizá es el único modo que tienen de reclamar atención (he sido testigo de alguna experiencia tosca y reciente en este blog), José Lozano procura siempre aportar, dar un paso más. En vez de restar o dividir es de los que procuran crear equipo, sumar y multiplicar. En Lozanadas lo ha demostrado una vez más.
Fuente original: https://www.religiondigital.org/reflexiones_de_un_aristotelico/LozanadasPensamientos-cambiar-Jose-Lozano-Galera_7_2335636418.html