Entrevista a Javier Fernández Aguado 

Con motivo del lanzamiento del nuevo libro “Entrevista a Stalin” (Editorial Kolima) del profesor y buen amigo, Dr. Javier Fernández Aguado, publicamos esta entrevista que le hemos realizado en exclusiva. 

Agradecemos al profesor su tiempo y amabilidad en responder a nuestras preguntas. 

Recomendamos, amigo lector, su lectura y también el libro, una excelente obra sobre la vida de Stalin, que aporta muchas claves para entender nuestro tiempo.

El profesor Dr. Javier Fernández Aguado, referente contemporáneo en el gobierno de personas y organizaciones (Management), acaba de publicar un nuevo libro: Entrevista a Stalin (Kolima, 2024). De modo riguroso y ameno presenta la vida y pensamiento del dictador soviético Josef Stalin, desde su nacimiento en Gori (Georgia) en 1878, hasta su muerte en 1953. 

Stalin ocupa el segundo puesto en el ranking de mayores asesinos de la historia, después de Mao, más grande dictador de nuestra historia. ¿Cómo llega un gobernante a este nivel de tanta destrucción del ser humano? 

La radical carencia de referentes éticos facilita el ascenso en las organizaciones. Cuando no existen limitaciones morales ni antropológicas es más fácil trepar hacia la cúspide.

En el caso de Stalin, al igual que en el de Atila, Mao, Hitler, Mussolini, Pol-Pot, Fidel Castro y demás sanguinarios depredadores, su calzada quedó empedrada de víctimas. Todos los mencionados eran narcisistas patológicamente enamorados de sí mismos y obsesivamente empeñados en vivir con las mayores comodidades y placeres. Ninguno de ellos contemplaba humanos, sino escabeles en los que apuntalarse. Las personas no eran fines, sino medios. Todos, de un modo u otro, mostraron actitudes diabólicas. Odiaban a quienes no les cantaban la palinodia, ¡incluso a estos! Eran psicópatas embelesados por sí mismos. En la actualidad sufrimos una nueva generación de este tipo de personajes atroces. Algunos, muy cerca de nosotros.

¿Cree que ya se han alcanzado todos los récords o podría aparecer un nuevo dictador capaz de superar a Stalin? 

Lamentablemente, es posible que algún nuevo devastador despunte sobre Stalin. Todo es cuestión de que no se aposten límites a tiempo. Me vienen a la cabeza varios contemporáneos cuya lógica es paredaña a la del autócrata georgiano. Ojalá la comunidad internacional ponga pronto coto a sus arbitrariedades.

Este libro es de lectura obligada para los que quieren entender la situación política actual en Europa ¿Cuáles serían, a su juicio, los hechos que protagonizó o impulsó Stalin y que ahora se están repitiendo en nuestra sociedad actual? 

Stalin, al igual que cualquier otro abusador social, empuñó el escudo terminológico del pueblo, la mayoría y palabrerías hueras similares para, oculto tras el disfraz de bondadoso, cometer iniquidades en favor propio y de sus allegados y conmilitones. El único modo de superar esa tendencia es recuperar valores humanos y trascendentes. Si analizamos el devenir de bastantes países en los últimos tiempos, el diagnóstico es negativo. Con más motivo, porque quienes deberían ser faro para la humanidad andan enredados en indignos politiqueos de vago plectro peronista.

Recoge la siguiente reflexión de Stalin en su libro: «los comunistas no admitimos lecciones» (pág. 175). ¿Qué lecciones deberíamos aprender los demócratas en Europa, que pronto va a celebrar elecciones, para  no repetir los errores de la dictadura de Stalin?

Entrevista a Stalin ha sido planteada no como un interrogatorio, sino como una conversación para entender la lógica que el georgiano aplicó en su existencia. Los razonamientos de los sátrapas, independientemente de que sean ideológicamente de derechas o de izquierdas son similares. Protegerse frente a estos depravados reclama mejorar la formación de los electores. Señalaba Schiller que las opiniones no hay que contarlas, sino que pesarlas.

Como en otras épocas, se multiplican los sembradores de bulos, con la desfachatez añadida de denunciar en otros lo que ellos practican de continuo. Contra las dictaduras, se lucha con pensamiento, reflexión y estudio. De ahí que todos los opresores, en cuanto les es posible, traten de acallar quienes no se pliegan a sus indignos gravámenes.

¿Cree usted, como aparece en su libro (pág.215) que «La Revolución es el motor de la historia, la única forma de cambiar el curso del destino«?

Esa expresión de Stalin fue heredada de su maestro Lenin. Si Vladimir Illich Uliánov no llevó a cabo en persona el plan macabro implementado por Stalin, fue fundamentalmente por falta de tiempo. Stalin fue el mejor discípulo de Lenin. Muchos ignoran que Lenin ejecutó a más personas en 6 meses que los zares en 80 años. No respetaban la autonomía en la toma de decisiones. Salvo la suya, para hacer entrar por el aro a los demás. Diseñaron una sociedad de siervos en la que éstos creyeran que el sistema les beneficiaba. Tan torticeras eran sus argumentaciones.

¿Qué queda del comunismo en nuestra sociedad actual? ¿Usted cree que el comunismo puede volver a renacer en Europa? 

En los últimos años se han multiplicado hilarantes franquicias ideológicas del comunismo. Tal como expliqué en ¡Camaradas! de Lenin hoy (LID, 2017), lo mejor del comunismo es que denuncia errores del comportamiento ajeno. Lo peor es que sus procedimientos no solucionan nada. Más bien, multiplican los daños.

Desbaratan la economía, porque anhelan universalizar el clientelismo en el que ellos se sienten a gusto. Odian la libertad personal, desgarran la sociedad.

«La oposición entre comunismo y cristianismo es radical? (pág. 354)» ¿Por qué? 

El cristianismo propone una normativa para facilitar el marchar de las criaturas hacia un paraíso trascendente. El comunismo niega radicalmente la existencia del más allá. La visión antropológica del cristianismo centra su atención en cada sujeto. El comunismo farfulla y lanza bravatas en el presunto nombre de una masa informe en la que la individualidad no encuentra asiento.

¿La libertad y la educación es la mejor vacuna contra el comunismo? ¿Cuál sería su mensaje final para nuestros lectores?

Para encontrar el sendero hacia la felicidad personal hemos de transitar por el de la generosidad. Llegar a ser quienes debemos ser reclama estudio, reflexión, conversaciones inteligentes, apertura a los otros, profundización.

Como acertadamente señala, la libertad y la educación son la mejor vacuna contra el comunismo. El mejor lema para no volver a tropezar en esa penosa ideología antihumana es: ¡piensa lo que quieras, pero, por favor, piensa!

Muchas gracias por su tiempo, y también por citarnos en el apartado de Agradecimientos (pág. 360).