Todo un año por delante

Carta número 13. Retomamos esta correspondencia singular e inédita con el profesor Dr. Javier Fernández Aguado

Caro Javier,
Espero que al recibo de esta, tú y toda tu familia gocéis de salud.

Al inicio de este nuevo año 2013, quiero compartir contigo algunas reflexiones, como venimos haciendo en este Blog que es un espacio para el diálogo y conversación tranquila, alejada de lo inmediato y urgente con lo que nos enfrentamos en el día a día de nuestro trabajo.

Tenemos todo un año por delante. Si miramos atrás reconoceremos, seguramente los mismos propósitos que año tras año solemos hacer. Descansada vida la de quien sabe encontrar la perla escondida en su labor diaria. Pasan los años y nos vemos con los mismos defectos y virtudes. Un sabio amigo mío decía: “El hombre no cambia, mejora” y si somos humildes podremos reconocer que tenía razón.

Hemos publicado el balance del 2012 de AEFOL en nuestra web, con total transparencia compartimos con nuestros clientes y amigos lo que hemos hecho en un año que sigue profundizando en la nueva era que vivimos, lejos de paradigmas de crecimiento económico, en busca de su modelo sostenible.
Planificar es como plantar, unas veces las cosas que pensamos vamos a hacer, las hacemos y otras quedan anotadas como ideas. El trabajo en las pequeñas empresas es la suma de las ilusiones y esfuerzos que ponemos todos, muy diferente a esas multinacionales donde los números cuentan más que las personas.

¿Cómo te ha ido el año, qué balance haces? Y ¿cómo ves este nuevo 2013, con qué animo lo afrontas?

Al contrario de lo que publican los periódicos o vemos a diario en los informativos, me niego a pensar que este nuevo año será peor que el anterior. Pensar así es comenzar derrotado, salir al terreno de juego pensando que vas a perder el partido. El optimismo es un ingrediente fundamental para alcanzar las metas que nos hemos propuesto. Solo con más trabajo, ilusión y confianza podremos conseguir mejores resultados. La esperanza ligada siempre a la vida, es optimismo puro.

Le pregunté en Twitter al diputado Llamazares si ¿había creado algún puesto de trabajo en su vida? Y su respuesta me heló la sangre: “si la pregunta es si he explotado a alguien, la respuesta es NO”.
Ahora entiendo mejor porque la clase política de este país está tan mal vista y desprestigiada, pero de esto hablaremos en una próxima carta.

Sigue con salud,
José

Carta número 13- Sant Cugat, 2 de enero de 2013

 

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