¿Quién paga la fiesta?

Sala de actos del IESE en Barcelona: los líderes del sector audiovisual de España expresan su opinión en el «I Encuentro» que tuvo lugar el miércoles, 14 de noviembre y entrada la noche sigue flotando en aire la pregunta que lanzó Maurizio Carloti, director general de Antena-3: ¿quién paga la fiesta?
Llevo un mes pleno de eventos desde el Congreso de e-learning en Lisboa, el SIMO en Madrid o un Fórum comercial en Barcelona, pero la Jornada de ayer fue espectacular y no sólo por el extraordinario programa, difícilmente superable: desde un profesor experto de la Columbia de New York, el Ministro de Industria Joan Clos, Fernando Moraleda, Secretario de Estado o directivos líderes como Jaume Roures de Mediapro, periodistas como Basas o Mónica Terribas, políticos como Majó, y un auditorio lleno.
Mientras tomaba nota de las brillantes ideas sobre convergencia entre televisión e Internet o escuchaba los argumentos a favor o en contra de la difícil regularización de un mercado atomizado, recordaba que en esa misma sala el 20 de junio de 2001 celebramos la primera actividad que organizamos desde AEFOL: fue nuestro nacimiento y seis años después pensaba y preguntaba en la misma sala que sin duda hay un nexo de unión entre el sector del e-learning, los contenidos televisivos y la evolución imparable de la tecnología en que usa Internet como medio expansivo. Llevo diciendo y escribiendo desde hace años que en los contenidos está el gran negocio de estos momentos y ya hay empresas que lo están viendo con acierto.
Al salir me encontré con el profesor de la UAB Dr. Pérez Tabernero, único representante español en la Comisión de sabios de Bruselas sobre e-learning, recordamos que fue ponente el año 2006 en Expoelearning donde habló del tema que centró toda la Jornada. Sin duda una mayor comunicación, intercambio de ideas, experiencias y propuestas conseguirían que empresas importantes de este país apostaran por la creación de una nueva Industria del conocimiento, de desarrollo de contenidos, de I+D para formar a nuestros jóvenes, inventar nuevos modelos de formación y entretenimiento.
El futuro es apasionante, no podemos dormirnos y menos antes el apagón analógico en el 2010. Mi respuesta al Sr. Carloti, la fiesta, como en cada sector de nuestra economía de mercado, la pagan los consumidores, los que vemos la televisión privada con publicidad, la de pago o la pública mixta pagando impuestos. Hay muchas otras formas de desarrollar los contenidos y una televisión moderna donde el cliente es el rey. Porque como dijo, Antonio González Barros presidente de Intercom, «el Ghandi de Internet», «una empresa puede ser líder en un país sin pisarlo». Puede que a la televisión le pase algo parecido a lo que está pasando ya con la telefonía fija y los móviles. Se admiten apuestas.

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