Una niña de 8 años se perdió en la selva de Camboya y aparece hoy 19 años después. Impresionante historia que ocupa las portadas de los periódicos hoy sábado 20 de enero del 2007.
Sola y perdida en la inmensidad de una selva, con la compañía de los animales, vivió en plena naturaleza. Esta historia, no es la primera que se conoce, nos demuestra muchas cosas evidentes que solemos olvidar cuando formamos, educamos o transmitimos conocimientos a los demás. Primero que somos seres humanos, personas que por sí solas o aisladas en la selva podríamos seguir viviendo pero en un mundo animal, que no es nuestro habitat natural. El aprendizaje es individual y también social. Aprendemos primero de nuestros padres, luego de nuestros maestros, después de los demás, de miles de circunstancias que van conformando nuestra vida. Rochomla joven que hoy tiene 27 años apenas sabe hablar, apenas sabe nada, pero sigue viva, con unos ojos tristes deseosos de conocer, de aprender. Si al comenzar cualquier clase o acción formativa recordáramos que formamos a personas, seres humanos, seguramente haríamos mejor nuestro trabajo. Porque no vivimos aislados en la selva. Se hace más evidente y necesario, re-aprender, enfocar bien todos los procesos del aprendizaje.