Inventemos el futuro

Una de las cosas que más me gusta hacer es asesorar a mis clientes. Trabajar como consultor reporta grandes satisfacciones, sobre todo cuando miras atrás ves como estaba el cliente cuando empezamos a trabajar y como está hoy al cabo de poco tiempo. Esto es lo que me ha pasado hoy.Seguramente si sólo me hubiera dedicado a mi empresa desde el año 2001 en el que dejé la UOC, hoy las cosas me irían de otro modo, quizá mejor o peor, pero seguro de otro modo. La mayor parte de mi tiempo lo dedico a AEFOL.com, que como modelo asociativo único desde su fundación en el 2001, se ha convertido después de su refundación en el 2005 en el que tomé las riendas de la dirección, en el primer Club de servicios de marketing para empresas de e-learning del mundo. Algún día escribiré esta historia porque el trabajo que estamos llevando a cabo un equipo de cuatro personas, y sobre todo el trabajo de mis compañeras Cristina (desde el 2002) e Isabel (desde el 2006) es realmente impresionante y del que me siento más orgulloso en mi larga etapa profesional iniciada en el lejano 1972.
Tengo pocos clientes, podría tener más, pero los que tengo me llenan de orgullo. Con el que he estado hoy se planteó hace dos años re-conducir sus primeros pasos autodidactas en el proyecto de e-learning. Hoy tiene quizá el mejor Instituto de Formación On Line que hay en su sector y con contratos (cosa que nadie supo adivinar en el inicio) con Administraciones públicas y grandes empresas. Su modelo, inventado día a día, gracias al talento de su equipo, es un modelo que crece, se reinventa y se adapta totalmente a las necesidades del cliente. No está en el círculo de empresas proveedoras y ha sabido atender necesidades que muchas empresas no saben ver. Un traje a medida, una solución para cada necesidad de formación, para cada empresa, para cada persona. Esto se puede hacer hoy en buena parte gracias al e-learning.

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