Celestino Corbacho, todavía Ministro de Trabajo y ex-Alcalde de la ciudad donde viví y estudié en mi juventud: L’Hospitalet, afirmó en un entrevista en la Radio que «le había tocado un marrón en su Ministerio»
Y yo sorprendido le digo al político socialista que no hay más grande honor y trabajo que ser Ministrio para llevar a cabo las políticas necesarias para el progreso de tu pueblo, de todos los españoles y ciudadanos que pagan sus impuestos para ser servidos efizcamente. No «somos marrones» ni el paro tampoco lo es. Hay problemas que tienen soluciones si se enfocan con imaginación, cambio e ideas nuevas. Pero si en tu carrera política solo ves el bienestar para ti y quieres pasar de Concejal a Alcalde, luego a Presidente de la Diputación de Barcelona para llegar a Ministro del Gobierno de España en la peor crisis que recordamos y que tu Gobierno negó antes de las últimas elecciones, entiendo que veas sólo marrones en la hora de tu adiós. Corbacho reflexiona sobre lo que quiere decir servicio público y si no tienes ideas o no lo sabes hacer mejor, deja paso a los jóvenes, a la gente que sí quiere cambiar y mejorar España.
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No hay marrones para los emprendedores, para los talentos progresistas, pero para los incompetentes, para los advenidizos de la política, para los que están para forrarse y no para servir todo lo que no sea beneficio lo ven de color marrón o incluso negro. Adiós Celestino, sigue paseando por L’Hospitalet, espero verte algún día para invitarte a un chato vino y conversar de estas y otras ideas.